Una boda de las que marcan la diferencia, con unos novios increibles que hicieron que el día fuera perfecto. Amenizamos el cóctel en el cesped para pasar luego a un banquete bajo la carpa en la que los invitados ya lo empezaban a pasar bien. El momento cúspide, arrancamos la disco con un montaje musical en el los novios bailan explotan dos cañones de confeti que llenan la pista de color y diversión.  Noche de fiesta de nada menos que 6 horas, en la que todo fue risas, juegos de chicos contra chicas y mucho más. Felicidades pareja!